lunes, 18 de enero de 2010

MITOMANÍA POR ALMANZOR

¿Te imaginas encontrar un monumento dedicado a la Luftwaffe en el centro de Piccadilly Circus? ¿Crees posible que pueda haber una placa al Kamikaze desconocido en Pearl Harbour? ¿Quién piensa que es posible ver una estatua de Menguele en Tel-Avit?
Sin embargo, algo así, es posible en España. En el pueblo de Calatañazor, existe un monumento a Almanzor.
Almazor no fue andaluz. Como no fue español. Almanzor fue andalusí. Decir que era un caudillo andaluz, como he leído, seria tanto como decir que Hitler y Napoleón eran polacos, por que un día invadieron y durante cierto tiempo, se asentaron en los territorios de ese país.
En calidad de cortesano, Almanzor entró en la corte califal de Córdoba, donde emprendió una carrera meteórica. Fue acusado de malversación, pero su habilidad le permitió salir con bien.
Fue político, un político ambicioso que se aprovechó de ocupar la cama de la madre de un califa débil, al que él encumbró, para convertirle en un títere de su ambición.
Fue militar, tras casarse con la hija del generalísimo Galib, a la cual le acabó haciendo entrega de la cabeza del generalísimo. Fue un militar cruel, que tuvo como objetivo el saqueo de ciudades cristianas y la captura de los civiles que las habitaban, vendiéndoles después como esclavos en el mercado de Córdoba.
En fin, un arribista, un arribista cruel y un enemigo feroz de los españoles.
Calatañazor, es un bonito pueblo cuyos habitantes se están empleando a fondo, restaurando un ambiente medieval, con el objeto de atraer el turismo, a través de asadores, casas rurales, etc.
No creo que esos vecinos emprendedores, se merezcan la mala publicidad que su alcalde les hace, rindiendo homenaje al que fue gran depredador de sus antepasados.
Lo peor de todo es además de una falta de conocimiento de nuestra historia, estas conductas están interesadamente fomentadas por segmentos políticos. Encima. ¿A que a nadie se le ocurriría colocar una placa dedicada a la Legión Cóndor en Guernica?